El producto anestésico debe recetarlo un médico que descarte alergias o enfermedades. La zona facial y las ingles son las zonas más delicadas del cuerpo para la depilación láser.
Con la aparición del láser, un nuevo concepto de depilación conquistó el deseo de muchas mujeres y está atrayendo, cada vez más, la atención de los hombres. Este nuevo método, a diferencia de los tradicionales, consigue un resultado definitivo, aunque no siempre cumple con las expectativas esperadas. Los especialistas insisten en señalar que si no lo realizan profesionales formados y experimentados, conlleva algunos riesgos de los que es importante informarse antes de dar el paso.
En principio, el mayor riesgo del láser es la quemadura (leve, de primer grado) y también los cambios de color de la piel, es decir, pueden aparecer manchas oscuras o claras (hiper o hipopigmentación).
Más allá de estos posibles efectos secundarios, se han registrado algunas reacciones extremas provocadas por el producto anestésico utilizado. Sus posibles riesgos son la intolerabilidad al preparado y, en el caso de aplicarla en zonas muy extensas, puede ser que parte del anestésico llegue al torrente sanguíneo, pero es algo verdaderamente raro. Se describe como metahemoglobinemia, una enfermedad por la que la hemoglobina pierde la capacidad para transportar el oxígeno a los tejidos. Puede ser hereditaria o provocada por agentes tóxicos, como los productos anestésicos que contienen lidocaína, benzocaína, prilocaína.
La revista Medicina Clínica recogía en julio del año 2008 el caso de una mujer de 23 años que, después de aplicarse una crema anestésica en las piernas para someterse a una sesión de depilación láser, comenzó a mostrar síntomas muy específicos de la metahemoglobinemia: mareo, somnolencia, lenguaje torpe y lento.
El producto anestésico que se había utilizado estaba compuesto por lidocaína y prilocaína. La metahemoglobina alcanzó un pico máximo del 30,1%, según los médicos que la atendieron. Lo normal es que suponga el 1% de la hemoglobina total. Se han descrito otros tres casos entre 1999 y 2007, en una niña de 11 años y dos mujeres de 30 y 37. Normalmente, con la administración de 'azul de metileno', los síntomas remiten y los pacientes comienzan a notar mejoría.
Lo mismo le ha ocurrido recientemente a un hombre de 30 años al que le aplicaron una crema anestésica antes de depilarle. Al terminar, el afectado comenzó a emitir ruidos extraños, convulsionaba y la piel se tornaba azul (un síntoma común en estos casos). Tuvo que ser trasladado al hospital para proceder al tratamiento.
Esta reacción está descrita de manera excepcional en niños o si se ha aplicado una cantidad exagerada del producto sin supervisión médica o si se toman ciertos fármacos a la vez.
De ahí la importancia de que sea el médico quien recete estos fármacos, quienes, después de realizar la historia clínica, determinarán en qué sujetos y con qué dosis se puede administrar.